
Salud Mental para el Control de la IRA
¿Sientes que tus ataques de ira con tu pareja afectan tu relación y te impiden avanzar en tu carrera? ¡Hola, soy Jessika Perdomo, psicóloga y experta en el control de la ira, y te doy la bienvenida a Control de la IRA! Este podcast está diseñado especialmente para mujeres que buscan entender y superar esos momentos de enojo, especialmente en sus relaciones y en el trabajo.
En cada episodio, comparto herramientas 🧰 prácticas y estrategias de regulación emocional basadas en neurociencia que te ayudarán a romper patrones emocionales y a gestionar la ira desde la raíz. Mi misión es que logres desarrollar una paz interna y una objetividad que te permitan vivir sin miedo a esos ataques de ira que drenaban tu energía, alcanzando el nivel de una Mujer de Élite, imperturbable.
Si estás lista para dominar la ira, mejorar tu bienestar emocional y avanzar hacia tus metas con claridad, ¡Este Podcast es para ti!✨
Salud Mental para el Control de la IRA
Cuando las quejas de tu hijo te sacan de quicio: Qué hacer?
¿Sientes que cada queja de tu hijo es una chispa que enciende tu ira? Cuando la paciencia se agota y reaccionas sin pensarlo, es fácil sentirte culpable y atrapada en un ciclo que parece imposible de romper. Pero, ¿qué está pasando realmente en tu cerebro cuando explotas a la primera? Y lo más importante, ¿cómo puedes cambiar esta reacción antes de que se vuelva un patrón?
En este episodio, exploramos por qué las quejas de los niños pueden disparar una reacción inmediata de enojo y qué hacer para no perder el control. No se trata solo de aguantar más, sino de entender qué está provocando esta explosión emocional y cómo manejarlo de forma efectiva. Tu hijo no necesita que lo corrijas en cada queja, pero sí que lo escuches de una manera que no te drene.
- Descubre por qué reaccionas con ira antes de darte cuenta.
- Aprende a identificar el detonante real detrás de tu frustración.
- Estrategias para mantener la calma sin sentir que te quedas callada.
- Cómo responder sin perder la autoridad ni la conexión con tu hijo.
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❓Pregunta: Hola! Mi pregunta es: ¿Cómo evitar estallar con mis hijos (sobretodo el mayor) cuando reniega por todo? Siento que ya no puedo soportar ni una sola queja, desde el momento que no oigo la respuesta que espero ya estallo, no es ni al decirle 3 veces, es a la primera. PREGUNTA ANÓNIMA
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Estás escuchando control de la ira con Jessica Perdomo, psicóloga y coach, experta de manejo de la ira. El podcast donde aprendes cómo transformar los ataques de ira en paz interior y la frustración en poder. Hola, bienvenidas a uno episodio de control de la ira.
El día de hoy vamos con la preguntita y dice, cómo evitar estallar con mis hijos, ¿sobre todo el mayor cuando reniega por todo? Siento que ya no puedo soportar ni una sola queja desde el momento que no oigo la respuesta que espero, ya está yo. No es ni al decirle tres veces, es a la primera.
Vale. Aquí dice, vamos a ir por el principio, es como, ¿cómo evitar estallar con mis hijos? Yo no quiero que tú dejes de estallar.
Vale, lo primero, lo primero aquí es que tú establezcas un nuevo estándar. Es como, ¿cómo me relaciono con mi hijo? O cómo, ¿cómo puedo explicarle a mi hijo que se está quejando?
¿Para qué sirve la queja? ¿Por qué las quejas no son útiles cuando yo le digo algo? ¿Viste?
En lugar de dejar de estallar, porque es como, ¿sabes? Es como, ¿cómo conseguir que una bomba tarde más en estallar? Básicamente, una cosa así.
Es como, eso no es útil. Yo lo que necesito es nuevos estándares en mis relaciones. Entonces, siempre pasa por esa parte en la que yo siempre digo a ustedes, es que yo tengo que cambiar desde dónde veo el problema.
Yo tengo que cambiar desde dónde lo veo. Porque si yo, porque si yo estoy resolviendo el problema equivocado, entonces nunca lo voy a resolver. También está, el otro día estaba escuchando Leila y le decía como, no hay problemas perfectos, solo expectativas irracionales.
O sea, como expectativas fantasiosas, expectativas exageradas. O sea, como que no hay soluciones perfectas. Pero yo tengo que saber qué es lo que yo estoy solucionando.
Y aquí hay una expectativa fantasiosa que es como evitar estallar. Es como evitar estallar es el problema equivocado. Entonces tenemos que empezar por ahí.
Evitar estallar es el problema equivocado. Entonces no se trata, no importa que sea el mayor, puede ser el mayor, puede ser el menor, puede ser el de 20 años, el de 45. No importa.
Entonces aquí es, primero que todo, hay que cambiar esa pregunta. Entonces no es como dejar de estallar, como evitar estallar, sino realmente que tú decides la clase de relación que tú quieres tener con tus hijos. Y por eso yo les hablo de, yo quiero ser un lugar seguro para las personas que están a mi alrededor, no solamente para mis hijos, como quiero ser un lugar seguro.
Quiero que una persona pueda venir y decirme lo que sea. Yo quiero que me pregunten lo que sea, que poder escuchar lo que sea. Es como yo quiero, yo tengo esa expectativa de mí.
Entonces yo, entonces empiezo a entrenarme para poder responder, para poder escuchar siempre, para poder escuchar siempre lo que sea y no reaccionar. Entonces esa es una. Es como no reaccionar.
Sin embargo, como yo le estaba explicando estos días a mis clientes, si yo te digo a ti no reaccionar, probablemente en tu mente no salga nada. Si yo te digo la palabra silla, tú vas a ver en tu mente una silla. Pero cuando yo te digo evitar estallar, si yo te digo evitar estallar, probablemente tú veas a alguien con la cara roja apretando la boca a punto de estallar.
Por lo tanto, eso me dice que no es una buena solución. Esto te lo muestro para que veas cómo tu mente en realidad necesita que le des la información. Y por eso el objetivo que yo le digo de cómo quiero yo reaccionar en realidad.
Entonces, como no quiero reaccionar, entonces lo que yo lo que yo entiendo que ustedes quieren es cómo escuchar a mi hijo quejarse y no decirle, y no ser hirviente y no decirle nada de vuelta. O ser amable. Es como cómo escuchar a mi hijo quejarse y poder amablemente redireccionarlo en una dirección útil.
Por ejemplo, eso es una, eso sería un objetivo útil. Entonces, cuando yo te digo escuchar a alguien con la boca cerrada y luego amablemente redirigirlo hacia un objetivo útil o hacia algo útil, entonces tú puedes ver como una persona con la boca cerrada escuchando tranquilamente y ves como como una escena. Entonces eso es lo que mi cerebro necesita.
Por eso evitar estallar no es un objetivo útil, porque ves una cosa volátil. Ves a una persona a punto de estallar y no quieres ser una persona. No quieres vivir siendo una persona a punto de estallar.
No es un objetivo saludable o útil. Entonces por eso no usamos eso y queremos en realidad es como ok, yo quiero ser capaz de escuchar a mi hijo tranquilamente. Quiero ser capaz de escuchar lo que sea que él diga tranquilamente.
No importa que sean quejas. Es como yo tengo que primero trabajar en mí. O sea, yo tengo que primero entenderme a mí y crear un estándar para mí, para lo que yo quiero.
Y lo que yo quiero es escuchar quejas y no inmutarme. Lo que yo quiero es, aunque escucho quejas, estar completamente imperturbable, estar completamente tranquila, estar completamente desapegada. Y o ser capaz de, cuando escucho la queja, luego cuando él se ha quejado, le digo, ok, ya podemos hablar de X, Y, Z, o ya te pido por favor que continuemos con lo siguiente.
O sea, lo que sea que eso. La otra parte también que suele tener que ver con los niños hasta es como, quiero ser capaz de repetir tranquilamente. Quiero ser capaz de repetir 50 veces al día, ponte las chanclas tranquilamente.
Por ejemplo, es como ponte las zapatillas. Como 50 veces al día tengo que decirle a mi hijo que se pongan las zapatillas para andar en casa tranquilamente. Todo el día, sin problema.
Ese es un objetivo. Ese es un objetivo que tú puedes, al que puedes apuntar y que puedes conseguir, ¿viste? Repetir las cosas.
¿Por qué? Porque probablemente es como que él se queja y entonces yo inmediatamente estalló porque ya no quiero repetir, porque ya no quiero conversar, porque ya no quiero entablar, como que sentarme a explicarle, a entenderlo y a entenderme qué es lo que está pasando aquí. Entonces lo primero como te dije es el objetivo.
Entonces una vez que tenemos un objetivo, claro, ya ahí podemos movernos hacia la solución. Y entonces dice, siento que ya no puedo soportar ni una queja desde el momento que no oigo la respuesta que espero, ya está yo. No es ni el decirle tres veces, esa es la primera.
Entonces aquí lo que yo necesito que tu identifiques y que yo identifique en mi caso, yo le identifique en mi caso y era que cuando mi hija me contestaba, me contradecía, yo me sentía rechazada. Entonces yo necesito que tu empieces, es como que tu te des cuenta de qué emoción, qué emoción es la que tu sientes cuando tu hijo te contesta con una queja. O sea, necesitamos saber eso.
¿Qué sientes? Porque en realidad uno piensa que uno reacciona a la queja, pero en realidad tu estás reaccionando a tu emoción. Entonces lo que tenemos que aprender es a responder a lo que siento, no a reaccionar a lo que siento.
Entonces tú estás reaccionando a lo que sientes. Entonces tú ahorita probablemente no te sientas escuchada, te sientas ignorada, no te sientas valorada, te sientas aportentada, que mi hijo no me valora, que no me escucha, que no le importo. O te sientas mala madre, te sientes, te juzgues a ti misma, porque no puedo escuchar a mi hijo, mi hijo solo se queja, entonces es una persona negativa, yo lo creo así.
Es como, hay muchas cosas que pueden pasar aquí, hay muchas historias. Pero esas historias tienen atada a una emoción, y entonces yo me siento triste, y entonces a mí me duele que mi hijo me conteste así. Y entonces yo me siento rechazada, o yo me siento vulnerada, o sea, me siento vulnerable, me siento desesperanzada, es como me siento ya frustrada.
Es como tengo, yo tengo que conectar con eso, porque eso es lo que yo sí necesito atender. El tema de las quejas de tu hijo puede ser algo temporal, puede ser un hábito, es algo completamente normal del cerebro primitivo, que se esté quejando todo el día. Debe haberlo aprendido de alguien, obviamente.
Pero todos los pelados pasan por una etapa así, en la que todos quejan, quejan, quejan, quejan, quejan, todos horribles, todos horribles, todos espantosos, todo es malo, todo es una desgracia. Es como eso normal, él está entrando a la adolescencia, eso es completamente normal. Pues entonces claro, si esto es ahorita que está empezando, entonces ya vemos venir la catástrofe.
Entonces yo tengo que empezar a resolver el problema desde la raíz, y la raíz aquí es que tú estás sintiendo cosas y estás reaccionando a eso. Entonces hay lo que yo le recomendé a una clienta mía el día de hoy, que justamente le pasaba eso, reaccionaba con sus hijos, es que efectivamente identifique lo que siente. Entonces, por ejemplo, como obviamente tú es como que estallas.
No sé exactamente qué significa estallar aquí. Supongo que te pones a gritar, o no sé, no quiero entrar en interpretaciones, ¿vale? Entonces tú dices, estallo.
Entonces no es ni el decirle otra vez, esa es la primera. Entonces yo necesito saber desde cua, desde que, desde dónde tú empiezas a hablar. Entonces viste, necesito saber qué sientes y desde dónde tú empiezas a hablar.
Es como, por ejemplo, si yo me siento agobiada, como tengo hambre, estoy cansada, tengo sueño o estoy enojada con mi hijo, estoy enojada con mi hijo y le pido algo de, de el enojo. El tono es todo. El tono es super importante.
Es como el tono es todo, la energía es todo. Es como desde mi primer momento en que yo pedí algo y lo pedí desde ese sitio. Ya ustedes, digamos que ustedes tienen una, como una, como una cadena de reacción.
Tú le dices, él te contesta inmediatamente tu estalla. Viste, es un bucle. Es un bucle.
Ustedes tienen un bucle. Que es instantáneo ya entre ustedes dos. Entonces alguien tiene que romper el bucle y el niño no lo va a romper.
Porque el niño no está consciente. Tú estás consciente. Por ejemplo, tú ahorita me dices, está pasando todo esto.
Quiero decir que tú estás consciente, por lo tanto tú tienes la responsabilidad de romper el bucle. Entonces para yo romper el bucle, yo tengo que hacer algo completamente diferente. Y es que, por ejemplo, algo que ustedes no consideran y que yo he tenido que hacer a veces, es no pedir nada.
Porque me siento tan molesta, tan frustrada, tan fastidiada, que sé que como lo pida, me voy a pelear con alguien. Que como yo le pido a esa persona que baje el volumen, o que me conteste de otra manera, o que haga algo, como yo estoy tan molesta, tan fastidiada, la otra persona lo va a escuchar desde ese sitio y me va a contestar mal. Y entonces yo me voy a enojar más.
Y en ese momento yo he tenido que callarme la boca. Yo he tenido que irme a duchar, yo he tenido que irme a a ver mi teléfono, o he tenido que ponerme yo a lavar los platos. Para aprender a gestionar esa sensación física.
No estoy diciendo que está la forma en como lo vamos a manejar siempre y que tus hijos no te van a ayudar y que no van a hacer nada y que no van a hacer lo que tú dices. No, ese no es el objetivo. Pero el proceso es diferente al objetivo.
Y eso justamente le decía yo hoy a mi cliente. El proceso de no reaccionar a tus hijos es diferente, porque lo que ustedes ven es el resultado. El resultado es escuchar tranquilamente y calmadamente a mi hijo.
Poderle dar órdenes firmes o instrucciones claras y que él entienda lo que digo y lo haga. Eso es el resultado. Pero el resultado, este es el proceso.
Y el proceso es yo aprender a sentir lo que yo siento. Quedarme en lo que yo siento y cuando yo aprenda a sentir lo que yo siento, entonces ya ahí soy capaz de regular mi tono y mi entonación y mi volumen. Y entonces empezar a hablar desde un volumen y un tono neutro, amable, respetuoso y ver cómo me responden desde ahí.
Y desde ahí empezar a ajustar el vocabulario también. Entonces, primero, ese es el proceso. Entonces, el proceso no es inmediatamente yo estoy calmada escuchando a esa persona.
No, ese es el resultado. Y entonces, justamente hoy con mi cliente hablábamos eso. Yo decía, yo entiendo por qué ustedes se confunden.
Porque claro, es que el proceso es diferente al resultado. Entonces, claro, ustedes vienen y me piden un resultado. Y yo en el podcast le estoy el proceso y entonces ustedes se confunden y piensan que no funciona.
No, es que el proceso tiene varias etapas. Y yo tengo que pasar por las etapas. Yo tengo que aprender primero a caminar para luego correr, para luego montar bici, para luego manejar una moto, para luego manejar un coche, para luego manejar un avión, una cosa así.
Entonces, uno empieza lento. Ustedes me ven a mí donde yo estoy en la que, ok, puedo hacer esto, puedo hacer esto, puedo hablar con esta persona, puedo escuchar esto. Por ejemplo, hoy mi hija me hizo una pregunta, yo le contesté.
Yo lo sentí y ella me dice como y ese tono y fue yo, ¿en qué tono te hablé? Yo no estaba totalmente consciente. Yo sabía que algo algo salió mal en esa en esa en esa expresión mía y le dije en qué todo te hablé.
Me hice como con fastidio y yo ok. Y no fue porque yo estaba molesta con ella, sino porque yo tenía mucho calor y me quería duchar. Pero fue así en sándales y fue como que ok, dime y me dijo y yo no sentí nada ni tuve ningún problema.
Es como gracias, como que gracias por el dato. Gracias por el dato. Sé que cuando entonces tengo tengo ahora consiente de que cuando me quiero duchar y estoy muy incómoda físicamente, puedo contestar en tonos feos y es como ok.
Entonces tendré que ir más despacio cuando esté así. Tendré que tomarme más agua cuando esté así. Es como que tendré que estar un poquito más consciente en mi cuerpo y ya está.
Pero ya está, seguí adelante. Pero eso toma tiempo llegar ahí, toma esfuerzo, toma mucho esfuerzo llegar ahí, toma paciencia, toma práctica. Entonces empecemos por el principio y el principio es lo que te acabo de dejar aquí.
Y este es el resultado final. Es como puedes llegar a este nivel en el que mi hija me dice, oye, me hablaste mal y es como, ah, ok, cuéntame cómo te hablé. Ah, me hablaste así, así solo para mí.
Ah, ok, vale, ok, déjame, déjame corregir la próxima vez. ¿Viste? Esto es lo que yo les digo.
Cuando a mí alguien me dice, tú todo está mal, yo acepto que mí todo está mal. Yo me pongo, no, no te lo quise decir de esa manera. No sé cómo sí.
Puede ser que salió mal, definitivamente salió mal. Y yo mismo me chequeé. Cómo me siento, me siento fastidiada.
Cómo me siento fastidiada, tengo, quiero meterme a la ducha. Ya, ok, ok, perfecto, listo. Solo de otra manera, solo de otra manera.
And that's ok, perfecto. Seguimos adelante. Pero ya, yo, viste, yo voy recogiendo data constantemente, sin problemas, como que, ok, dame la información, ok, listo, ok, eso no era, yo no quería que salía así, pero así salió, nos movimos hacia adelante.
Entonces, esto es lo que pasa. Es como ustedes tienen que entender que sus hijos también las experimentan a ustedes. Es como tú experimentas a tu hijo.
Es como tú vives con tu hijo y lo tienes, y tienes que escuchar sus quejas, y tienes que escuchar sus cosas. Pero tu hijo también te tiene que escuchar a ti. Tu hijo también te experimenta a ti.
Tu hijo también tiene que convivir contigo. Y él no tiene adónde ir. Y él no puede tomar la decisión de hoy no venir a casa.
Él no puede tomar esas decisiones. Él está sujeto allí. Entonces es normal que se sienta obligado a muchas cosas y que reaccione mal.
Entonces esas cosas suelen pasar, y por eso hay que cultivar una relación de respeto con los pelados para poder que tu recibas ese mismo respeto de vuelta. Y porque entender que la experiencia que tu tienes como mamá no es la misma experiencia que el tienes como hijo. Él tiene unas limitaciones que tu como madre no tienes.
Cierto que tu también tienes limitaciones como madre, pero él tiene limitaciones como hijo, como niño de nueve años. Entonces entender todo eso. Y realmente aquí ya finalmente es como, aparte de lo que tu sientes y todo, es como tu hijo también se queja por algo.
Sentirá algo, sentirá algo, algo habrá atrás de eso. Siempre digo, es cuando corres la cortina y te encuentras en realidad con lo que verdaderamente es. Entonces hasta que hasta que no sabemos eso, hasta que no lo tenemos clarísimo.
Por eso yo le digo, es como lo más importante son las personas, porque ahorita tú dices como no le soporto por las quejas, no sé exactamente por qué se queja, pero se queja por algo y habrá que ver por qué se queja. Habrá que ver cuál es la experiencia que él está teniendo y todo eso. Lo que pasa es que tú no puedes lidiar con eso porque a duras penas puedes lidiar contigo.
Entonces por eso yo le digo primero lo primero. Entonces primero tienes que lidiar contigo, primero tienes que entenderte, primero tienes que escucharte, primero tienes que aprender a sentir esa incomodidad. Y luego vas a poder lidiar con la incomodidad de tu hijo e entender por qué se queja, para qué se queja, qué quiere conseguir, etcétera.
¿Cómo lo hace sentir quejarse? Como a lo mejor lo haces como me siento bien, me siento aliviado, me siento seguro, me siento escuchado, qué sé yo. Es como son cosas que hay ahí.
Y entonces una cosa es lo que se ve y otra cosa es realmente lo que está pasando. Entonces vamos a hacer eso aquí. Como siempre les dejo la ruedita aquí debajo de este episodio para que la descarguéis y la veáis y le pongáis nombre a lo que sientes.
Y entonces empieces a crear esa pausa que te permita. Porque esa pausa, primero la pausa va a ser chiquitita, pero luego la pausa se va agrandando. Entonces se vuelve un gran espacio para que tú te muevas tranquilamente.
Entonces queremos llegar ahí, pero primero lo primero. Bueno, voy a dejar este episodio aquí. Un besito.
Está aquí también debajo del link para que dejen sus preguntas anónimas. Y ya está. Dejamos esto aquí.
Un besito. Nos vemos. Chau.
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